Colombia en 2018: repunte de la economía en medio de la incertidumbre electoral
El mayor desafío será la incorporación de las FARC a la sociedad. Económicamente, Colombia se recuperará a medida que baje la inflación y suba el precio del petróleo.
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Un panorama político incierto caracterizará los primeros meses de 2018 para Colombia. Los políticos y el gobierno se concentrarán en las elecciones y la aprobación de nuevas leyes se desacelerará. A medida que se acerca el 27 de mayo, la fecha de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, se acelerarán las campañas y la escena electoral ser volverá más clara. La EIU espera una segunda vuelta en junio.
Izquierda vs. derecha
Sergio Fajardo, exgobernador de Antioquia, el candidato de la Coalición Colombia de centroizquierda, lidera las encuestas y estaría bien posicionado para llegar al balotaje. Es políticamente moderado, desconfía de los partidos políticos tradicionales y su campaña se centra en la lucha contra la corrupción y el clientelismo. Las posibilidades de Fajardo se ven debilitadas por Gustavo Petro, exalcalde de Bogotá, que podría atraer votantes con sus opiniones más marcadamente izquierdistas.
En la derecha, Iván Duque, el senador y candidato del Centro Democrático, parece correr con ventaja. No es tan conocido como otros candidatos, pero cuenta con el apoyo del expresidente Álvaro Uribe, ahora un influyente senador, lo que impulsará su posición en las encuestas y conducirá a sus seguidores a respaldarlo.
Es probable que Duque emplee un discurso más moderado respecto del acuerdo de paz con las FARC durante la campaña para atraer a votantes centristas. Sin embargo, esto podría perjudicarlo, ya que algunos sectores ultraderechistas ven a Duque como “blando” y preferirían apoyar a candidatos como Germán Vargas Lleras o Martha Lucía Ramírez.
Las FARC han formado un partido político, Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, y tienen su propio candidato a la presidencia, pero atraerá poco apoyo popular. No obstante, según los acuerdos de paz, se le otorgarán automáticamente diez escaños en el Congreso.
Obstáculos para la paz
La implementación del acuerdo de paz será un tema de debate que se intensificará durante la campaña. Las críticas de los candidatos de derecha al acuerdo de paz podrían resultar en contratiempos si uno de ellos es electo presidente. Varias otras disposiciones del acuerdo que serán discutidas en 2018 serán polémicas.
El mayor desafío será la reintegración de los excombatientes a la vida civil. Varios guerrilleros desmovilizados abandonaron los campamentos para reintegrarse a la sociedad civil y terminaron uniéndose a grupos disidentes de las FARC. Cálculos extraoficiales cifran el número de disidentes entre 1.000 y 2 mil.
Las negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) serán un desafío adicional. Es probable que se prolongue el alto al fuego bilateral en enero. Se espera que las conversaciones avancen marginalmente en 2018. Los ataques del ELN contra la infraestructura petrolera se han vuelto menos frecuentes, pero hay informes de que algunas células están activamente secuestrando y reclutando nuevos miembros. Esto socavaría las negociaciones de paz, y un presidente de derecha podría amenazar con detenerlas por completo.
Lenta recuperación
Esperamos continuidad en la política macroeconómica ortodoxa de Colombia. Estimamos que el crecimiento del Producto Interno Bruto real repuntará desde un 1,7% estimado en 2017 a 2,5% en 2018. El consumo privado se acelerará por una disminución de la inflación (que volverá al rango meta oficial de entre 2% y 4%) y una continuación de la política monetaria laxa de 2017 (el banco central ha bajado la tasa de interés de referencia diez veces desde diciembre de 2016).
La inversión fija también recibirá un impulso, especialmente en proyectos de infraestructura de asociaciones público-privadas. Sin embargo, el crecimiento estará por debajo de los promedios históricos y su tasa potencial de largo plazo, ya que algunos sectores de la economía, como la manufactura y la construcción, siguen enfrentando debilidades.
El déficit del gobierno central se reduciría a 3,2% del PIB, desde un estimado 3,7% en 2017. Los ingresos del gobierno se beneficiarán de las reformas fiscales aprobadas en 2017 y una base tributaria más amplia. Se espera que aumenten los ingresos por exportaciones petroleras, ya que los precios han aumentado y la producción superaríae los niveles de 2017. Los costos de la reintegración de ex miembros de las FARC variarán según quién sea electo presidente.